Balneario Kiyu
Kiyú
Balneario Kiyu zona Ordeig
Pesca en Ordeig, Kiyú.
Kiyu sunset
Barrancas de Kiyú.
Atardecer soñado en Kiyú.
Kiyu Verano
barrancas kiyu
Balneario Kiyu
kiyu
Kiyu Ordeig
Balneario Kiyu zona Ordeig
kiyu pesca
Kiyu sunset
Barrancas de Kiyú
Atardecer Kiyu
392881845_743529571128936_1987230959858313699_n-1
cropped-414925762_784022213746338_7122751930803468024_n-1.jpg
406220142_763116709170222_2822721835958001117_n
20240203_194515
20240203_194410 (1)
20231223_194315
395366091_744205994394627_4992177939019485129_n
previous arrowprevious arrow
next arrownext arrow

Niño descubre un fósil de carpincho de 250.000 años en Kiyú

Este martes, la playa de Kiyú fue el escenario de un buen hallazgo paleontológico realizado por Federico Reyes, un niño de 7 años que, mientras paseaba con sus padres, descubrió un fósil en la barranca. Federico, ávido de ciencia y apasionado por la paleontología, identificó rápidamente lo que parecía ser un fósil «con dientes». Su intuición resultó ser acertada, y el hallazgo resultó ser de relevancia científica.

Fósil encontrado por Fede sería parte de un Cráneo de Carpincho de miles de años

Tras el descubrimiento, fue contactado el Dr. Daniel Perea, profesor de Paleontología en la Facultad de Ciencias, quien, acompañado por el estudiante de Geología Ney Araújo y el Dr. Aldo Manzuetti, especialista en mamíferos carnívoros fósiles de Uruguay, se trasladó al lugar para examinar el fósil. El equipo de expertos determinó que Federico tenía razón: el fósil hallado correspondía a una parte significativa del cráneo de un carpincho de antaño.

La información que da el Contexto

Nos decía Ney Araújo que en estos casos es importante ver el contexto de donde aparece el fósil. “En este caso estamos hablando de un ambiente, de cómo llegó el fósil a depositarse. Acá tenemos esta figura, que es una figura de un lente, un lente de arenisca”.

En lo que pudimos observar, hay un pulso de mayor energía, contaba Araújo, entonces el agua pudo transportar algo más grueso. Y el “lente” de arenisca formado, coincide y vendría con el fósil. Sin esta energía del ambiente, del río, no se podría transportar el fósil.

Por lo tanto, como el cráneo encontrado por Fede quedó acostado, se puede hablar de que había bastante energía. “Esta son todas informaciones que se sacan antes de extraer el fósil, porque una vez que está extraído, no se puede conocer dónde vino, y justamente eso es muy importante saber”, explicaba Ney.

Fósil de carpincho de 250.000 de antigüedad

El Dr. Perea explicó que el fósil corresponde a un roedor de la familia de los carpinchos, pero con características que lo hacen más pequeño que el carpincho actual, y mucho más antiguo. «Estamos hablando de un fósil que tiene unos 250,000 años de antigüedad», detalló Perea. Además, agregó que este fósil podría pertenecer a una especie conocida como: “Cardiatherium”, un roedor descubierto hace más de 60 años en la misma región.

«Probablemente se trate de un integrante de esa misma especie», señaló el paleontólogo, aunque precisó que hasta que no se realicen estudios comparativos y de laboratorio más profundos, no podrán afirmar con certeza si es el mismo animal, aunque el parecido es notable.

Esta especie, exclusiva de Uruguay, no se ha encontrado en ningún otro lugar del mundo, lo que hace de este hallazgo algo aún más significativo. «Es un carpincho exclusivo de Uruguay, como muchas otras especies que se encuentran en la Formación Raigón», comentó Perea. A lo largo de los años, se han encontrado en esta región fósiles de animales únicos, como el roedor «Josephoartigasia«, un gliptodonte gigante, o un perezoso gigante del Pleistoceno, entre otros.

«Uruguay ha sido el hogar de una fauna única en su tipo, que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo», agregó Perea. «Esta biodiversidad ha formado parte de nuestra identidad nacional, porque estos animales existieron aquí, en esta región, hace miles de años». Además, el Dr. Perea destacó la importancia de otras áreas como la Formación Camacho, ubicada en la zona de Arazatí, que tiene una rica historia geológica y también alberga fósiles de animales terrestres exclusivos de Uruguay.

Este nuevo hallazgo en Kiyú del que estamos hablando, resalta el valor del lugar (las barrancas), de la ciencia y el entusiasmo de los más jóvenes por descubrir el mundo que los rodea. Federico Reyes, con su curiosidad y amor por los fósiles, contribuyó a un descubrimiento paleontológico que ayuda a entender mejor la historia natural de Uruguay y su fauna prehistórica.

Reset password

Ingrese su dirección de correo electrónico y le enviaremos un enlace para cambiar su contraseña.

Comience con su cuenta

para guardar tus casas favoritas y más

Ingresa con e-mail

Comience con su cuenta

para guardar tus casas favoritas y más

Al hacer clic en el botón «INSCRIBIRSE», acepta los Condiciones de uso y Política de privacidad
Powered by Estatik