El pasado 21 de octubre de 2025 se realizó en San José el encuentro “Gestión costera: diálogos interdisciplinarios en territorio”, organizado por Melissa Fernández y Marcela Caporale.
La jornada reunió a especialistas de Uruguay, Argentina y Brasil, junto con representantes institucionales y colectivos locales, para reflexionar sobre los desafíos de la gestión costera y la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental desde un enfoque participativo e interdisciplinario.
Un espacio para poner las costas en agenda
En la apertura, Melissa Fernández explicó que el propósito del ciclo de talleres es “poner en agenda las temáticas costeras”, abordando la complejidad de los territorios donde convergen procesos terrestres y marinos.
“Necesitamos el compromiso de las instituciones políticas, de los tomadores de decisión, de la academia, del conocimiento técnico y científico, y también de las comunidades”, señaló Fernández, subrayando que la gestión costera requiere una mirada integral y colaborativa.
El encuentro forma parte de un proceso más amplio impulsado desde el Núcleo Interdisciplinario de Gestión Costera, que busca fortalecer los vínculos entre la investigación académica, la política pública y la ciudadanía.
Miradas y experiencias regionales
La arquitecta Luciana Echeverría fue la primera disertante, presentando los fundamentos conceptuales del Manejo Costero Integrado (MCI), enfoque nacido en la Cumbre de Río de 1992.
Su exposición destacó la necesidad de entender las interacciones tierra-mar como un sistema complejo donde convergen factores ambientales, económicos y sociales. Las amenazas —tanto climáticas como antrópicas—, entre ellas el aumento del nivel del mar, los eventos extremos y la urbanización, generan pérdida de biodiversidad, fragmentación de hábitats y vulnerabilidad social en las comunidades costeras.
El profesor Daniel Conde, de la Facultad de Ciencias (Udelar), complementó la visión desde Uruguay, país que cuenta con una Ley de Costas (Ley N.º 19.772) que define el ámbito costero, sus componentes vulnerables y herramientas de planificación.
Conde destacó los antecedentes del país en la materia —como el programa Ecoplata, la Ordenanza Costera de Rocha y la Maestría en Gestión Costera— y repasó las etapas del MCI: diagnóstico, planificación, formalización, manejo y adaptación.
Advirtió, sin embargo, que los procesos suelen ser lentos e ineficientes debido a factores económicos y políticos, lo que evidencia la necesidad de una mayor articulación entre ciencia y gestión pública.
Desde Argentina, Eleonora Verónica (CONICET, Mar del Plata) compartió experiencias del MCI en las provincias de Buenos Aires y Chubut, señalando que su país no cuenta aún con una ley de costas.
Remarcó la urgencia de ordenar los usos del territorio, restaurar ecosistemas degradados y promover una educación ambiental transformadora que potencie la sensibilización social. En los procesos de implementación se priorizan los talleres participativos e interdisciplinarios, con el fin de construir una gobernanza colaborativa y basada en evidencias.
Por su parte, el investigador Sereno Diederichsen (UFSC, Brasil) presentó la experiencia brasileña, donde existe una ley de manejo costero y marino, aunque sin un plan de aplicación concreto.
Relató casos de estudio en São Paulo y Florianópolis (Santa Catarina), donde las comunidades costeras —incluidos pescadores, indígenas y actores del turismo— participan activamente en consejos gestores. En estos espacios se valoran los usos históricos, las necesidades locales y el conocimiento tradicional, pilares de una gestión que busca compatibilizar conservación y desarrollo.
Perspectiva local: el territorio como escenario de diálogo
La Dirección de Ordenamiento Territorial de la Intendencia de San José, representada por Alejandra Britos, presentó los avances del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial de Kiyú, destacando los instrumentos normativos y directrices vigentes en el departamento.
Durante el intercambio final —que, según Fernández, “se volvió una especie de catarsis colectiva”—, diversos actores locales expresaron preocupaciones y propuestas.
Representantes de Arazatí compartieron su experiencia de organización para evitar la instalación de la planta potabilizadora, mientras que el colectivo Ecos del Río Kiyú reclamó mayor participación social en los procesos de planificación territorial.
Estos aportes reflejan la vitalidad y el compromiso de las comunidades en la defensa y construcción de su propio territorio.
Conclusiones: hacia una gobernanza costera colaborativa
El encuentro en San José dejó en claro que la gestión costera es un desafío multidimensional que exige diálogo entre ciencia, política y sociedad.
La articulación entre los distintos niveles —local, nacional y regional— y la incorporación efectiva de las comunidades en la toma de decisiones son claves para avanzar hacia una gobernanza costera más justa, resiliente y sostenible.
En palabras de Melissa Fernández, el balance fue positivo: «Salió lindo, el intercambio fue genuino, y eso también es parte del proceso: construir colectivamente desde la diversidad de miradas y realidades«.
Con información de Yoselin Medina.
Imágenes de Fabiana Guadalupe.
